El equipo en el investor deck

Todas las páginas del investor deck son importantes. A la del equipo a veces se le presta menos atención que la que se debería.

Cuando un inversor evalúa un proyecto quiere saber si éste tiene sentido antes de escribir un solo número o entrar en detalles. Un proyecto con sentido es aquel que:

  • Identifica una oportunidad de mercado,
  • Ofrece una manera viable de aprovechar esa oportunidad,
  • Tiene un modelo de negocio coherente para ello,
  • Cuenta con un plan de negocio bien analizado y que ofrece resultados interesantes, y
  • Tiene un equipo capaz de llevarlo a cabo.

Si la respuesta a alguna de estas preguntas es negativa, las posibilidades de avanzar con ese inversor disminuyen significativamente. Eso no quiere decir que el inversor descarte automáticamente el proyecto. Puede ocurrir que aunque haya carencias en el planteamiento, el inversor tenga especial interés porque el proyecto complemente alguna de sus inversiones en curso o tenga algún otro interés que compense la debilidad del proyecto. La información que tengamos sobre este punto será normalmente limitada, así que lo aconsejable es siempre presentar planteamientos sólidos y completos.

¿Qué busca el inversor en el capítulo del investor deck sobre el equipo?

Un proyecto que no presente un equipo sólido desde el principio tiene muchas posibilidades de ser descartado desde el principio. Si el negocio presenta especial atractivo para el inversor, puede que éste «aparque» el tema del equipo para abordarlo más adelante, pero lo que es seguro es que lo hará en algún momento.

Cuanto más sólida sea la presentación que responde a cada una de las características de un proyecto interesante, más fácil será encontrar inversores interesados, y más fáciles serán las conversaciones con ellos.

El inversor quiere asegurarse de que el proyecto cuenta con personas capaces de liderar y ejecutar el proyecto. Tiene menos interés en saber quiénes son los asesores o los socios no involucrados en la gestión, al menos en el momento de decidir su interés en avanzar con las conversaciones. A veces vemos documentos con auténticos regimientos de personas. Conocemos casos en los que se ha llegado a pedir autorización a una persona para incluirle en el “equipo” por el supuesto prestigio que aportaría, incluso sin ninguna involucración de esa persona en el diseño del proyecto ni en su futura evolución (ya sabemos todos lo que realmente son muchos “Consejos Asesores”).

Cuando redactamos un investor deck, nosotros nos enfocamos en las personas de las cuales dependerá el éxito del proyecto de manera más inmediata, que son las que asumirán la dirección operativa. Eso se refiere a las funciones de nivel C (CEO, CFO, COO, CCO…). Cuántas y cuáles de esas funciones deben estar cubiertas es algo que viene determinado por las necesidades derivadas del propio modelo de negocio.

Es conveniente mencionar a los socios promotores no gestores, si bien en otro nivel, y es posible referirse a ellos colectivamente, sobre todo cuando el proyecto ha arrancado con la típica financiación FFF.

¿Y los asesores? Los asesores pueden o no ser mencionados, siempre aparte, y sólo si aportan un valor concreto al proyecto. Aquí la auctoritas se relativiza mucho y la pregunta es: Vale, esta persona sabe mucho de este tema, pero ¿cómo ayuda exactamente a crear valor para este proyecto?

¿Qué detalles deben proporcionarse en cada perfil?

Respecto a la información a proporcionar de cada miembro del equipo, la única relevante es la que tiene relación con el proyecto y explica porqué esa persona es la idónea para liderar el área que se le ha asignado. Volvemos aquí a la pregunta que se hace el inversor: ¿Estas personas tienen la formación y experiencia adecuadas para liderar este proyecto? El comentario es obvio: Si el equipo no tiene esas características, el proyecto no existe.

Los detalles de cada uno se pueden buscar en LinkedIn (si no, malo o al menos extraño). La información irrelevante para el proyecto es eso, irrelevante, por muy orgullosos que estemos de nuestro posgrado en ornitología andina. Aquí, una vez más, hay que seguir a Gracián y decir que lo bueno, si breve, dos veces bueno.

¿Qué ocurre si el equipo de liderazgo no está completo?

Si nos quedan funciones a las que asignar un responsable, el proyecto se debilita. El inversor podría concluir que falta una pieza esencial, que es la capacidad de ejecución. Eso no implica necesariamente que pierda su interés, pero sí añade un interrogante que podría eventualmente resultar en un menor control operativo del proyecto por parte de los promotores, si el inversor exigiese buscar él a los miembros críticos del equipo que faltan.

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